Beneficios del Método de Tanque Charmat
En comparación con el enfoque convencional, el método de tanque Charmat para hacer vino espumoso tiene varias ventajas.
Producción a Bajo Costo
La asequibilidad del método de tanque Charmat es una de sus principales ventajas. En comparación con el proceso tradicional, los enólogos pueden crear un mayor volumen de vino espumoso a un menor costo ya que la segunda fermentación ocurre en un tanque presurizado. Por esta razón, es la técnica perfecta para producir grandes cantidades de vino espumoso económico, como el Prosecco.
Excelencia Continua
Además, con el método de tanque Charmat es posible obtener un grado más consistente de vino espumoso. Los enólogos tienen más control sobre el proceso porque la segunda fermentación ocurre en un entorno controlado, lo que produce un producto más uniforme.
Tiempo de Producción Más Rápido
El método de tanque Charmat permite tiempos de producción más rápidos que el método convencional. Dependiendo del nivel de efervescencia deseado, la segunda fermentación puede llevar desde unas pocas semanas hasta unos meses. En comparación con el enfoque tradicional, que puede tomar muchos años para producir una botella de vino espumoso, esto es mucho más rápido.
Seleccionando el Tanque de Vino Correcto
Seleccionar el tanque de vino adecuado es esencial al hacer vino espumoso con el método de tanque Charmat.
Clasificación de Presión
Es fundamental seleccionar un tanque de vino con una clasificación de presión adecuada ya que la segunda fermentación ocurre bajo presión. El tanque debe ser capaz de soportar la presión creada durante el proceso de fermentación sin comprometer la calidad del vino.
Material
El acero inoxidable es el material recomendado para el proceso de tanque Charmat y se utiliza comúnmente para fabricar tanques de vino. El acero inoxidable es perfecto para este proceso industrial ya que es no reactivo, fácil de limpiar y capaz de soportar altas presiones.
Dimensiones
Otra consideración crucial es el tamaño del tanque de vino. El tanque debe ser lo suficientemente grande como para contener la cantidad de vino deseada, pero no tan grande que sea difícil manejar el proceso de fermentación. Se debe tener en cuenta el espacio disponible para el tanque así como las dificultades de moverlo y limpiarlo.